The Complete Peanuts
Ahora que los periódicos en papel (y los diarios en particular) se van extinguiendo de a poco y mayormente nos informamos y recreamos a través del celular o la computadora, es muy posible que los millennials no puedan entender el poder de una tira de prensa. Muchos de nosotros nos acercábamos al diario con el único propósito de saber qué sucedería con el Loco Chávez, o qué diría Mafalda, o cómo reaccionaría Clemente.
Peanuts es una de las tiras emblemáticas, o, mejor dicho, la tira emblemática de los periódicos estadounidenses durante el pasado siglo XX. Charles Schultz la comenzó en 1950 y la dibujó ininterrumpidamente, sin ayudantes, hasta su retiro en 2000, habiendo cosechado premios a granel. Schultz murió poco después, en febrero de ese año, un día antes de la publicación de la última página dominical.
Los protagonistas son un grupo de pibitos acosados por una variedad de conflictos y neurosis y quién más, quién menos, todos conocemos los nombres, si no de todos, al menos de Charlie Brown, Lucy Van Pelt y por supuesto, el perrito Snoopy, quien junto con su amigo el pajarito Woodstock terminó convirtiéndose al poco tiempo en el protagonista de facto y una fuente inagotable de merchandising. El nombre de la tira alude a la "Peanut Gallery" del viejo programa de Howdy Doody en los años 50. "Peanut" uno de varios apodos cariñosos que aún hoy se suelen emplear en EEUU para referirse a los niños –por ejemplo, lo emplea Scott Lang con su hija en Ant Man (2015) y su secuela– y la Peanut Gallery era la tribuna desde la cual el piberío podía ver el programa en el estudio.
A 20 años de la muerte de su creador, Peanuts se sigue republicando en cientos de diarios alrededor del mundo y cada año se reeditan sus tiras en distintos idiomas y formatos. No podía ser de otra manera ya que lo mejor de esta tira es que puede leerse y releerse. Es virtualmente atemporal ya que la acción se centra en el grupo y evita la mención de personajes y eventos del momento; acá no hay niños politizados que reflexionen sobre la ONU o la distribución de la riqueza y hagan referencias al tema en boga. En Peanuts la reflexión pasa por lo permanentemente humano –el amor, la soledad, el éxito, el fracaso– y no tanto por lo coyuntural. Tal vez por eso mismo la tira resiste el archivo y se presta a la republicación como muy pocas otras.
Linus, el hermano menor de Lucy, tiene una mantita a la que se aferra como protección. Lo que muchos no saben es que la mantita tiene vida propia y odia a Lucy. Aunque no es inusual este surrealismo en la tira, en Peanuts los pibitos mayormente proporcionan el conflicto –ya sea éste existencial, romántico o de cualquier otro tipo– mientras que Snoopy suele aportar la fantasía (en especial, los combates aéreos sobre el techo de su cucha) y la reflexión. Los comentarios más filosos y acertados suelen estar a cargo del perrito. Dicho así tal vez suene frío o estructurado, pero lo cierto es que, más allá de cualquier análisis, la lectura de casi cualquier tira de esta serie es extremadamente disfrutable.
La obra completa fue editada por Fantagraphics, que comenzó a publicarla en tomos recopilatorios en 2004 y terminó en 2016, con el tomo 26. Es una edición cuidadísima: cada tomo tiene unas 300 páginas y es un tesoro de tiras diarias y dominicales, restauradas y publicadas en estricto orden cronológico. Cada página contiene tres tiras diarias o una página dominical, según corresponda, y el últmo tomo contiene los saldos y retazos, es decir, el material que se preparó para otras publicaciones, tarjetas de felicitación y demás. Con un total que ronda las 8 mil páginas, esta recopilación integral de Peanuts es una lectura ideal para las tardes lluviosas o para cualquier día de esta cuarentena interminable.
Esta reseña fue publicada anteriormente. Permitida su reproducción en tanto se reconozca a su autor. © 2020 Hugo C.
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