La espada salvaje de Betina

Hace ya al menos ocho años que no piso una sala cinematográfica, y cada vez se me hace más difícil encontrar una película que me haya entretenido tanto como esta nueva entrega de Mission: Impossible . Sí, le sobran algunos minutos, y no es demasiado original, pero aún así, le lleva un palmo de ventaja a cualquiera de las que se hayan estrenado este año, salvo, tal vez, a la cuarta (¿y final?) entrega de otra saga muy buena, la de John Wick . (Todo esto dicho dentro del género de películas de acción; no estoy comparando Dead Reckoning con , por ejemplo, Oppenheimer .) Ahora que el MCU ha dejado de ser una opción, uno aprecia estas rarezas dentro de la mediocridad general. Hablando del MCU, esta peli tiene dos caras conocidas: Hayley Atwell (Peggy Carter) y Pom Klementieff (Mantis), ambas muy bien en sus respectivos papeles, los que seguramente nos recordarán otros mil similares en este tipo de películas pero que sin embargo acá están bien interpretados, tanto que no estorban sino que c