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Mostrando entradas de diciembre, 2020

Bumblebee

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Abraham Lincoln dijo alguna vez: "La gente que gusta de este tipo de cosas encontrará que éste es el tipo de cosas del que gustan." O algo así. Como sea, éste es el caso. En fin, como todas las reseñas tienen algo de subjetivo, antes de reseñar esta película los pongo al tanto de algunas de mis subjetividades. ¡Caveat! Para comenzar, no soy necesariamente un "completista". Para mí, la saga de The Matrix comienza y termina en la película original, de 1999. La de Star Wars tiene tres entregas, es decir, Star Wars (1977), The Empire Strikes Back (1980) y Return of the Jedi (1983). Asimismo, Indiana Jones tiene tres películas, y no cuatro, y Terminator sólo dos. De Star Trek sólo me vi completas la de las ballenas (1987) y el reboot de 2009. Etcétera. Segundo, no soy un fan de Transformers . Nunca me interesaron esos dibujitos, no leí ni leo los cómics ni me hago pis de la emoción cuando anuncian el estreno de una nueva película. Aún no me he sentado a ver la pri

Thief of Thieves

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Cuando yo era chico, o más chico, o como sea, digamos, cuando la Tierra aún era una masa incandescente, la TV era en blanco y negro y teníamos cuatro canales a nuestra disposición. Cuatro. Y gracias. Sí, sí, niños. Hubo un tiempo en el que no había Internet, ni cable, y si uno se levantaba a las 3 de la mañana a ver la tele sólo podía ver estática. Y no había siquiera color. El color llegó recién en 1978, y sólo para unos pocos. En fin, hace mucho, mucho tiempo, entre los enlatados yanquis de la época había una serie de TV llamada Ladrón sin destino (título original: It Takes a Thief ), protagonizada por Robert Wagner (el chico de las publicidades de la gomina Brylcreem), como Alexander Mundy, el mejor ladrón del mundo, tan capaz de robarse una billetera como de desvalijar un museo. Tan bueno es Mundy que, cuando eventualmente lo atrapan, la inteligencia norteamericana lo contrata para que robe planos secretos, desenmascare traidores, etcétera. Pero bueno, eso fue hace ya medio siglo.

The Complete Peanuts

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Ahora que los periódicos en papel (y los diarios en particular) se van extinguiendo de a poco y mayormente nos informamos y recreamos a través del celular o la computadora, es muy posible que los millennials no puedan entender el poder de una tira de prensa. Muchos de nosotros nos acercábamos al diario con el único propósito de saber qué sucedería con el Loco Chávez, o qué diría Mafalda, o cómo reaccionaría Clemente. Peanuts es una de las tiras emblemáticas, o, mejor dicho, la tira emblemática de los periódicos estadounidenses durante el pasado siglo XX. Charles Schultz la comenzó en 1950 y la dibujó ininterrumpidamente, sin ayudantes, hasta su retiro en 2000, habiendo cosechado premios a granel. Schultz murió poco después, en febrero de ese año, un día antes de la publicación de la última página dominical. Los protagonistas son un grupo de pibitos acosados por una variedad de conflictos y neurosis y quién más, quién menos, todos conocemos los nombres, si no de todos, al menos de Char