Red One
Caveat: esta reseña es acerca de un cómic que me gusta y recomiendo. Por eso mismo, es posible que algunos de ustedes lo lean y les guste, y que algunos lo lean y lo detesten. En ambos casos, posiblemente terminen diciendo: "¿Por qué diablos nos recomendó este cómic?" Bueno, sigan leyendo y se van a enterar. Eso sí, a su cuenta y riesgo.
La acción transcurre en 1977, en un mundo sin superhéroes excepto en los cómics. El Kremlin envía a la agente Vera Yelnikov (código: Red One) a Estados Unidos. Vera tiene la misión de convertirse en una superheroína norteamericana a fin de difundir el comunismo en el país del norte. Es así como nace la heroína Red One, "la Roja", armada con su hoz y su martillo, que en su identidad de entrecasa trabaja de asistente en una compañía que produce películas XXX.
Lamentablemente, es en esos días cuando EEUU está atravesando una oleada de ataques a minorías sexuales (gays, lesbianas, etc.), una campaña de odio orquestada por grupos fundamentalistas de derecha encabezados por la inescrupulosa Jacky Core. Y como cereza del postre tenemos a un "justiciero" llamado el "Carpintero" que se dedica a matar "desviados sexuales" y estrellas porno a diestra y siniestra, en una campaña de purificación que tal vez oculte otros fines.
Red One es un caramelo visual, una serie que te entra por los ojos, muy bien planteada a nivel gráfico por los prolíficos Terry y Rachel Dodson. Todo cierra: el diseño tanto de los personajes principales sino de los secundarios, la ambientación, el diseño de cada página. Y se nota que los Dodson han puesto cariño y empeño en este cómic.
Pero… el guión de Xavier Dorison, sin ser malo ni mucho menos, es un guión que termina resultando por momentos incómodo para el lector ya que te mezcla lugares comunes que a veces te hacen rechinar los dientes de pura frustración con situaciones ingeniosas en las que deconstruye la idea de superhéroe o simplemente te hace reír o te conmueve. Eso sí, los personajes son entradores y es fácil empatizar con ellos.
Y luego está la cuestión de la periodicidad, ya que Image publicó dos números en 2015 y otros dos el año siguiente, y trascartón la serie entró en un hiato que continúa hasta ahora. Según los Dodson, la serie no terminó y sólo está en pausa. Habían hablado de continuarla en forma de álbumes al estilo europeo, pero hasta hoy seguimos con el pescado sin vender. Por eso mismo, es posible que alguien se enganche con la serie y se quede con ganas de seguir leyendo, y no, no hay, al menos por ahora. De ahí lo que decía al principio, pero bueno, ustedes verán. Yo aún conservo las esperanzas.
Esta reseña ha sido publicada anteriormente. Se permite la reproducción en tanto se reconozca al autor. © 2020 Hugo C.
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